Canicattini Bagni. El Museo Cívico es un viaje a la... "TIEMPO"

La experiencia

Son muchas las formas en las que se puede contar la historia de la emigración siciliana, el museo Tempo, en el pueblo de Siracusa del territorio hyblaeano, opta por hacerlo a través de las historias de las familias que emigraron a ultramar en tres fases diferentes, desde finales del siglo XIX hasta después de la Segunda Guerra Mundial. Historias de hombres y mujeres, pero también de niños, que se fueron con los bolsillos vacíos, el corazón hinchado de tristeza y las maletas de cartón atadas con cuerdas que contenían muchas expectativas pero pocas certezas. El Museo Tempo, acrónimo de Textil, Emigración y Medicina Popular, se encuentra en las instalaciones del Palazzo Cassarino, un edificio de principios del siglo XX de estilo Art Nouveau, construido gracias a la contribución económica de los inmigrantes que dejaron Canicattini Bagni para ir a América, y que puntualmente enviaban una parte de sus ganancias a los familiares que permanecían en Sicilia.

En este lugar de recuerdos y de nuestras raíces, hay muchas historias de vida, en particular en la sección «Emigración», una de las tres del Museo donde se desarrollan numerosas actividades. Comienza con las tradicionales visitas guiadas para descubrir la cultura textil, la medicina popular y, por supuesto, todas las reliquias que representan el foco de la exposición dedicada a los que se fueron: fotos antiguas, cartas de amantes, registros, varios baúles que contienen ajuar de mujer, boletos de embarque, ropa, algunas postales de lugares de la ciudad y tiendas de productos italianos en los Estados Unidos. Estos objetos, que parecen estar envueltos por las emociones vividas en el momento de la partida hacia el Nuevo Mundo, llevan al visitante de la mano, ayudándoles a sumergirse en la narrativa del viaje. Y para que la idea de dejar el hogar, los seres queridos y las raíces queridas no se quede en un concepto abstracto, también se ha creado una reconstrucción desde el momento mismo de embarcarse en barcos transoceánicos.

El museo trabaja activamente en la zona, valorizando el patrimonio material e inmaterial e interactuando con las distintas instituciones a través de proyectos de investigación y cursos de formación para estudiantes, como la alternancia escuela-trabajo.

Una de las experiencias más evocadoras para los turistas de raíces está relacionada con las investigaciones de su historia familiar, con el objetivo de rastrear las relaciones parentales a través de la reconstrucción del árbol genealógico, el primer paso para conocer a sus antepasados, su estilo de vida, los lugares en los que vivieron, los oficios que practicaron. También hay itinerarios gastronómicos, degustaciones, actividades educativas con escuelas de todos los niveles, incluso para niños, talleres de oficios ancestrales como el tejido, la cantería y la sastrería. Será muy emocionante para los visitantes, especialmente para los turistas que regresan, tercera o cuarta generación de los que zarparon con coraje y desesperación, visitar el museo Tempo que ofrece una reflexión extraordinaria sobre quiénes fuimos y en quiénes nos hemos convertido.